Cómo sentirme seguro de mí mismo. (LOS PENSAMIENTOS)

Cómo sentirme seguro de mí mismo. (LOS PENSAMIENTOS)

 

Quizá esto que apunto en el título del siguiente artículo te lo has preguntado infinidad de veces ¿verdad? Y no han sido menos las que lo has escuchado entre la gente que te rodea o en millones de post en internet sobre psicología, autoconfianza, autoayuda, etc.
Es así porque realmente, para que una persona pueda sentirse tranquila, confiada, feliz, en armonía y sintonía con la vida es condición indispensable que pueda sentir dicha seguridad y confianza en sí misma.
Cada vez se lee más sobre la autoestima y es un término que nos suele resultar familiar. Pero, ¿qué es la autoestima?

La autoestima está completamente unida a la seguridad y confianza en uno mismo. La autoestima como su propio nombre indica es lo que uno se ama a sí mismo, lo que se aprecia, cómo se percibe y cómo se considera con respecto al mundo, a su vida y a los demás.
La autoestima es fundamental en nosotros, valorarnos, querernos, ser conscientes de quienes somos, de nuestras cualidades, de nuestras debilidades y aceptarlas. Ser justos a la hora de calificarnos, de describirnos, de pensar sobre nosotros. Ser realistas, ser conscientes de que todos y cada uno de nosotros tenemos cualidades, pero también tenemos debilidades y eso, sin lugar a duda ESTÁ BIEN.

Tener debilidades, tener aspectos de nosotros que nos gustaría mejorar, que algunos ni siquiera podemos cambiarlos pero que terminamos por aceptarlos, por entender que forma parte de nosotros y que no es un drama. Tener aspectos menos agradables de uno mismo NO ES UN PROBLEMA. Del mismo modo todos tenemos cualidades muy positivas que nos permiten movernos por el mundo, afrontar las situaciones que nos presenta la vida y que es fundamental que conozcamos para poder conseguir éxitos en la vida.

Es importante que todos desarrollemos una Autoestima positiva y de esto hablaremos muchas veces en próximos artículos porque, sin lugar a duda es algo que nos ayuda a sentirnos aún más seguros de nosotros mismos.

Voy a ir hablándote de varios aspectos que quiero que tengas muy presentes a la hora de desarrollar una mayor seguridad en ti misma/o y que por ende te ayudarán a mejorar tu Autoestima.

En este artículo te hablaré del primer aspecto: TU DISCURSO INTERNO.

pensamiento positivo

Aprende a conocer cómo interpretas, cómo piensas, cómo es tu discurso interno:

El mundo que te rodea no es bueno ni es malo. Las cosas que nos suceden simplemente son, es decir, cualquier suceso que acontezca en tu vida y que tú mismo/a estás interpretando como negativo en realidad es simplemente un hecho cotidiano de la vida que carece de significado pero que tú en el momento en el que te presentas frente a él necesitas entender qué debes hacer y por ello nuestra mente necesita interpretarlo.

Por ejemplo, ¿nunca te has preguntado por qué hay personas que odian los lunes y en cambio a otras les dan exactamente lo mismo e incluso somos algunos los que además podemos desear que lleguen rápido porque nos encantan? Casi siempre se escuchan frases del tipo: “puff, que horror, mañana lunes”, “que asco otra vez lunes” “odio los lunes” Bien, estas personas que cuando aparece en su mente la palabra LUNES comienzan a desplegar su arsenal de frases negativas, pensamientos desagradables acerca del lunes ¿cómo crees que se sentirán cuando finalice el domingo o cuando suene su despertador? Creo que conoces la respuesta ¿verdad? INCÓMODOS, ASQUEADOS, PEREZOSOS, APÁTICOS…
Algunos en cambio, como por ejemplo yo misma no nos sentimos así, al contrario, estamos contentos, impacientes, nerviosos de que llegue, emocionados e ilusionados. Si eres de esos que ODIAN los lunes pensarás que estoy perdiendo el norte, pero no. Cuando se acerca el lunes mi discurso interior en muchas ocasiones es el siguiente: ¡me muero de ganas! ¡Esta noche podré ver cuando termine el trabajo la serie Juego de Tronos y me pondré el pijama y a disfrutar de ese rato que ME ENCANTA!” Y si, ¡estaré contenta de que sea lunes y echen mi serie favorita! Y en ningún caso se me hará pesado mi día simplemente por el hecho de ser LUNES.

Pero entonces, qué diferencia a unos y otros? ¿por qué unos se sienten mal y otros se sienten bien ante la misma situación? Si aún no lo has descubierto te lo diré: le damos un significado diferente. Nuestros pensamientos acerca del lunes son distintos.

Los pensamientos tienen un poder INCREÍBLE sobre nuestro estado de ánimo. Los pensamientos, cómo te decía son los encargados de dar sentido a las cosas que vivimos, a las cosas que experimentamos. Y tú eliges el significado que deseas darle a los acontecimientos de tu vida. Tú decides si quieres percibirla de manera incómoda o negativa o si por el contrario prefieres aceptar que habrá cosas que no te gusten (como que suene el despertador y tengas que levantarte de la cama para ir a trabajar) pero que no por ello tu día tiene porqué ser negativo o malo.

Del mismo modo los pensamientos que tengas acerca de ti mismo/a condicionarán tu vida. Alguien seguro de sí mismo atiende a sus pensamientos críticos, los observa, no se engancha a ellos y se da cuenta de que han aparecido pero decide no creérselos o no funcionar simplemente en base a ellos.

Las personas seguras de sí mismas se hablan de manera adecuada, no minimizan sus cualidades, las tienen en cuenta y las potencian. No puedes llegar a tener éxitos si no conoces cómo llegar a por ellos. Las cualidades que poseas influyen directamente en la consecución de tus objetivos.

No vas a crecer más únicamente porque te metas caña, porque te critiques, porque te digas todo lo que haces mal. Créeme que no, es más si decides seguir haciendo eso lo único que conseguirás es dañarte, lastimar a tu propia persona y el amor que puedas darte a ti misma.

Prueba a hacer el siguiente ejercicio:

• Escribe en un papel tres cualidades positivas que poseas.
• Escribe en el mismo papel dándole la vuelta tres aspectos negativos de ti.
• Ahora lee únicamente durante un minuto los tres aspectos de ti que si te gustan.
• Después cierra tus ojos y repítete esos tres aspectos varias veces en tu mente.
• Trata de identificar las sensaciones que te genera pensar sobre esos tres aspectos que posees y que te gustan de ti.
• A continuación abre tus ojos y lee los tres aspectos que escribiste negativos sobre ti.
• Visualízalos en tu mente como hiciste anteriormente y focalízate en cómo te sientes recordándote esos aspectos negativos.

.• Abre tus ojos y responde en un papel estas preguntas:

¿Sentiste las mismas emociones cuando pensabas sobre tus cualidades positivas y cuando pensabas sobre tus aspectos negativos?
 ¿Qué manera de pensar te hacía sentir bien, tranquilo/a?
 ¿Qué manera de pensar te hacía sentir sin ganas, sin fuerzas…?
 ¿Cuál de ellos te ayudaría a conseguir tus objetivos de manera adecuada?
 ¿Cuál de ellos te hace sentir segura/o?
 ¿Cuál de ellos te hace sentir incapaz?

Los pensamientos son poderosos. No podemos no pensar. Es como pedirle a nuestros pulmones que no respiren, IMPOSIBLE e INIMAGINABLE. Lo mismo sucede con nuestra mente. Nuestra mente piensa, es su función y es increíble ¿no crees? Gracias a nuestros pensamientos podemos ilusionarnos, podemos sentir felicidad, alegría, crear nuevos proyectos, soñar despiertos y por supuesto gracias a nuestros pensamientos negativos muchas veces podemos ponernos a salvo, sobrevivir. De hecho esa es su función primaria.

Los pensamientos negativos no están por casualidad, nos han ayudado durante siglos a anticipar peligros y evitar problemas. Lo único que ahora en la vida actual muchas veces NO HAY TALES PELIGROS. Anticipamos cosas que no existen, que no son reales o que no es tal y cómo nos decimos a nosotros mismos. No nos preparan, creemos que si pero estamos equivocados. Que yo anticipe que algo malo va a pasar no evita que me disguste, que me ponga triste, que me critique.

Por ejemplo: pensar que he suspendido un examen antes de que me hayan dado la nota y sin tener claro si lo he contestado bien o no, no va a evitar que me enfade o me autocritique. Al contrario, lo que hace es que antes de que me den la nota yo ya me entristezca pensando en que he suspendido. ¿Cuántas veces has escuchado o te has dicho, “es que de ésta manera así no me pilla por sorpresa”? y ¿Cuántas veces luego aprobaste? Pensarás, si bueno pero luego me da más alegría. NO, ESTÁS EQUIVOCADA/O, te recuerdo que el disgusto de haberlo anticipado y que luego no haya sido de esa manera no te lo quita nadie ya.
En cambio, si no tengo claro si he suspendido o aprobado, un pensamiento adecuado y que no dañará tu autoestima o tu seguridad será: no tengo idea de que nota me van a poner, así que no anticiparé nada. Si lo piensas bien, tampoco puedes hacer nada hasta que te den la nota.

Empieza a observar tu discurso interno, intenta escucharlo. Observa las frases con las que sueles hablarte y empieza a detectar si estás siendo realista o justo/a contigo mismo.

Para terminar te propongo otro ejercicio que te animo a que lo realices a diario al menos durante 15 días que te ayudará a potenciar la seguridad en ti mismo. Si tras esos quince días te has sentido mejor intenta incorporarlo a tu lista de prioridades diarias de manera indefinida.

Cada noche apunta en un cuaderno personal:
– Qué cualidades has demostrado tener ese día.
– Qué cosas positivas te han sucedido durante ese día.
– Qué cosas positivas te han dicho los demás sobre ti (ojo, atiende y escucha porque estoy segura de que todos los días recibes algo positivo de los otros, pero necesitas estar atenta y aprender a detectarlo)
– Qué cosas positivas has hecho por ti y para ti ese día.

Qué has logrado ese día, aunque creas que tus logros son pequeños o poco importantes da igual, apúntalos.
– Piensa en cómo te premiarás al día siguiente por haber conseguido ese o esos logros el día anterior. Es importante que empieces a premiarte incluso por las pequeñas cosas. La vida se conforma de pequeños detalles.
– Haz una lista de personas con las que ese día te has relacionado que te han hecho sentir bien. Recuérdate pasar más tiempo con ellas.
– Haz una lista de personas con las que ese día te has relacionado y que no te han hecho sentirte bien. Quizá tengas que hablar con ellas y decirles lo que te molesta e incluso pasar menos tiempo a su lado. Poner límites y/o distancia puede ser necesario en muchas ocasiones.

Espero que te haya servido de ayuda este artículo. En el próximo te seguiré contando cómo puedes potenciar la seguridad en ti mismo/a. Intenta poner en práctica lo que te he comentado.