“NO AGUANTO MÁS EN EL TRABAJO” – ACOSO LABORAL O MOBBING

“NO AGUANTO MÁS EN EL TRABAJO” – ACOSO LABORAL O MOBBING

Psicologo-acoso-laboral-en-madridHoy vamos a hablar acerca de uno de los grandes temas que se aborda desde la Psicología Forense y que, parece que últimamente está en boga en Internet y Redes Sociales: el acoso laboral o mobbing. Es frecuente que las situaciones de acoso laboral sean detectadas en una consulta de Psicología a la que se acude por malestar psicológico generalizado, estrés laboral, insatisfacción profesional o un numeroso conjunto de síntomas que enumeraremos a continuación. Por este motivo, desde EnMadrid Psicólogos nos gustaría que se comprendiese qué es el acoso laboral y qué efectos produce para que, entre todos reduzcamos su incidencia y ayudemos a quienes lo parecen. Para abordar este tema es importante que comprendamos la magnitud y amplitud de este asunto libres de prejuicios y partiendo de la base que, como otros problemas, para acabar con el acoso (en este caso, laboral) hay que realizar un gran cambio social que pasa por el compromiso de formar parte de la solución y no quedarse impasible formando, así, parte del problema sin siempre quererlo.

Los psicólogos abordamos la esfera laboral como uno de los grandes pilares del bienestar de una persona. Las jornadas laborales actuales nos hacen pasar, a menudo, gran parte del día en el trabajo. Además, en muchas ocasiones, los compañeros de trabajo conforman el círculo social del individuo. Tampoco podemos olvidar el componente de autorealización que ofrece el ejercicio profesional, bien sea por placer o vocación o bien sea porque nos proporciona los recursos económicos necesarios para obtener una calidad de vida, la que tengamos. Por estos y otros motivos, estaremos de acuerdo en que cuanto más agradable nos resulte el clima y el trato con jefes y compañeros, más fácil nos resultará cada día despertarnos y finalizar nuestra jornada laboral para después disfrutar de nuestro ocio.

En la sociedad moderna, cada vez se oye más hablar del acoso laboral; pero es muy importante que distingamos entre un jefe antipático y un acosador; entre una situación de desgaste o desencanto laboral y una situación de acoso laboral. Sea cual sea tu situación, desde EnMadrid Psicólogos podemos ayudarte a que cada día sea enriquecedor para tu vida y, si te encuentras en una situación de acoso laboral, a que tomes las medidas pertinentes más adecuadas para el cese del acoso y la recuperación de sus efectos.

 

¿QUÉ ES EL ACOSO LABORAL O MOBBING?

El acoso laboral es un proceso que se enmarca como una conducta de violencia psicológica extrema en el ámbito del trabajo por el cual una persona recibe comportamientos hostiles bien por parte de sus compañeros o de sus superiores jerárquicos de forma repetida y prolongada en el ámbito de trabajo con el fin de que el acosado abandone su puesto de trabajo. Así, es importante remarcar que el acoso laboral no se trata de un incidente aislado, sino de un proceso recurrente y prolongado cuyo fin es el abandono del puesto de trabajo. Se han identificado diferentes etapas en procesos de mobbing que abarcan desde el inicio del conflicto que eclosiona el proceso de acoso (no es inusual que el acosado identifique la envidia o los celos profesionales como causante de su situación) hasta el abandono del puesto de trabajo por parte de la víctima de acoso.

Estudios etológicos que han estudiado el fenómeno del mobbing en el mundo animal observaron cómo un grupo de animales “débiles” se unían para atacar a otro animal más “fuerte” y acuñaron el término “mobbing” (del inglés “to mob”, asaltar o acosar), aunque este no es el único término con el que se designa a esta situación. Estas conductas de acoso cesaban en el momento en que el acosado deja de estar accesible para el acosador. No es de extrañar, entonces, que una vez que el acoso laboral finalice con el abandono del puesto de trabajo. Es importante recalcar este aspecto para que la víctima de acoso pueda contextualizar su sintomatología y reducir el impacto de la autoinculpación que puede producir este hecho.

Desde el punto de vista de la Psicología del Aprendizaje, si se cumple el objetivo de una conducta, esta quedará reforzada y su tendencia a repetirse en el futuro incrementará considerablemente. Parece evidente, entonces, que el abandono del puesto de trabajo (que, a priori, supondría el cese del acoso) no haría sino reforzar este tipo de conductas. Es decir, sólo si quien está siendo acosado renuncia a un área de su vida tan importante como la laboral, será libre de recibir el acoso al que está siendo sometido y, lejos de tener un motivo, lo que hace es agravar el problema. Este es el motivo por el cual, el acoso laboral es mucho más que un problema personal; es un problema social. Nuestra sociedad refuerza la presencia y existencia de acosadores que utilizan la violencia (física, sexual o psicológica) para alcanzar sus objetivos. Este hecho refleja la carencia de valores y de recursos de mejora y empoderamiento de una sociedad en la que, en lugar de emplear el éxito de otro como trampolín de mi propio éxito, malgasto mis recursos en intentar destruir al otro a quien considero enemigo. Además, el prejuicio hacia quien denuncia una situación de acoso laboral no hace sino legitimar y, por ende, reforzar las conductas de acoso que son, desgraciadamente, cada vez más frecuentes en nuestra sociedad.

¿YO PUEDO SER VÍCTIMA DE ACOSO LABORAL?

No existe evidencia científica de que existan características diferenciadoras de las personas que terminarán siendo víctimas de acoso laboral, siendo consideradas consecuencias del acoso todas las características propias de los acosados.

El perfil de mujer de entre 41 y 50 años empleada de la Administración Pública parece ser uno de los más susceptible de ser víctima de acoso laboral, aunque el sector de mayor incidencia de casos de acoso laboral varía en diferentes estudios relacionados con el tema. Se ha encontrado, además, que el género es un factor diferencial de cara a la percepción del acoso laboral, siendo las mujeres quienes perciben con más severidad las conductas de agresión relacional. Sin embargo, no parece existir consenso acerca de variables sociodemográficas que puedan predisponer o no al padecimiento de una situación de acoso en el ámbito laboral.

Algunas características de personalidad como la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, la dificultad para entablar relaciones sociales, el perfeccionismo, el excesivo cumplimiento de los requerimientos, una deficiente autoconfianza, una visión negativa de sí mismas e incluso ciertos rasgos neuróticos son las que parecen predisponer a padecer acoso laboral. La consideración del trabajo como entorno de seguridad o la falta de apoyo social son factores que pueden puede favorecer el mantenimiento y el mayor malestar subjetivo percibido por el acosado.

Es importante que estemos alerta ante situaciones de acoso que no sólo se limitan al ámbito de la agresión física y/o sexual. Las conductas de acoso más frecuentes son meramente psicológicas e incluyen situaciones del tipo: interrupciones al hablar, críticas, gestos de desprecio y rechazo, aislamiento físico y verbal, rumores, burlas, ridiculizaciones, adjudicación de tareas humillantes y/o peligrosas, devaluación del trabajo realizado, cese de tareas (“no me mandan trabajo, no me dejan hacer nada”), manipulación de las herramientas de trabajo, sustracción de pertenencias, magnificación de los errores y minimización de los logros, control exhaustivo, provocaciones…

¿QUÉ EFECTOS PRODUCE EL ACOSO LABORAL O MOBBING?

El acoso laboral acarrea importantes consecuencias tanto para los acosados como para las organizaciones y la sociedad en general.

Entre el 1-10% de los trabajadores son objeto de conductas de acoso laboral dirigidas a la merma del bienestar psicológico del acosado. Las víctimas de acoso laboral necesitan un soporte psicológico importante para promover su salud mental y restablecerse profesionalmente durante un tiempo superior a la media de la población no acosada.

Al ser el acoso laboral una conducta de violencia psicológica, sus consecuencias del son fundamentalmente psicológicas (trastorno de ansiedad generalizada, trastornos depresivos, trastornos adaptativos, indicadores de burn-out, transformaciones de la personalidad o, incluso, trastornos de estrés postraumático en función de la severidad de las conductas de acoso recibidas) que pueden desencadenar conductas adictivas (abuso de alcohol, sustancias tóxicas o fármacos), somatizaciones físicas o, incluso, suicidio. En este punto es necesario que hablemos de lo que en Psicología conocemos como trastorno adaptativo. Los trastornos adaptativos requieren de un estresor identificable que desencadene una sintomatología, habitualmente ansioso-depresiva, cuya intensidad se ve reducida en la medida en la que el estresor se retira. Los problemas laborales y, en especial, el acoso laboral son uno de los estresores más frecuentes en Trastornos Adaptativos (más de un 32%)

La exposición prolongada a situaciones de acoso laboral puede mermar considerablemente la salud física y psicológica del acosado, independientemente a la hipersensibilidad o susceptibilidad de la persona a malinterpretar como negativa la actuación ajena. Cierto es, que la mayor o menor repercusión psicológica tras la vivencia de una situación de estrés en una persona va a depender de su vulnerabilidad personal pudiéndose amplificar el daño percibido o minimizarlo por la presencia de factores de protección.

Además del daño psicológico, no hay que olvidar la existencia de otros perjuicios, no menos importantes, como la afectación sociofamiliar y  el perjuicio profesional y/o económico resultante bien de la situación de baja laboral o del abandono del puesto de trabajo. A nivel organizacional, una situación de acoso laboral cursa con absentismo laboral, mala imagen pública y mal clima laboral que pueden incidir negativamente en la actividad productiva de la empresa. Además, a nivel social, el acoso laboral tiene una incidencia no solo moral sino también económica en forma de asistencia sanitaria y bajas laborales.

EL PAPEL DE INTERNET Y LAS REDES SOCIALES EN EL ACOSO LABORAL

 Internet ha sido una de las herramientas más potentes creadas por los Seres Humanos y una de las herramientas de trabajo más importantes a día de hoy. Esta unida a los teléfonos móviles, ha permitido que la comunicación y el networking se conviertan en el eje de casi cualquier profesión. No es de extrañar, que las redes sociales favorezcan esa comunicación y ese networking a cualquier profesional de cualquier rama. Este hecho que parece tanto obvio como divertido porque ha permitido potenciar la creatividad y la divulgación de la ciencia asequible a todo el mundo; sin embargo, esconde una cara mucho menos agradable.

Toda esta comunicación masiva y este networking suponen una importante cantidad de tiempo que, frecuentemente, no se remunera. En el mejor de los casos, en los que esta “actividad extralaboral” está remunerada, las jornadas laborales se alargan tantas horas como dediquemos a la actualización de estos recursos que, por otro lado se han hecho imprescindibles para el desarrollo de cualquier empresa. Retomemos el concepto: si el trabajo te gusta y te sientes bien, el sobresfuerzo no tiene las mismas consecuencias que si todo esto te supone un peso añadido insoportable. Pero, ¿qué ocurre si recibes acoso laboral y además alargas tu jornada laboral exponiéndote a un público mayor que la plantilla de trabajadores de la empresa?

Desde el punto de vista psicológico, la exposición prolongada a un estresor no hace sino aumentar y potenciar los efectos de dicho estresor. Por tanto, en la medida en que la persona acosada esté más tiempo expuesta a su acosador, el impacto psicológico del acoso se potenciará pudiendo llegar a tener efectos devastadores para la persona que está sufriendo el acoso. Además, Internet y las redes sociales nos están dando acceso, y en ellas estamos exponiendo, facetas de nuestra vida que, antes, quedaban protegidas por nuestra privacidad. Los límites tan inespecíficos y difusos de lo que es privado de otro está repercutiendo en que las cotas del acoso no estén tan limitadas tanto en espacio como en tiempo. Ni qué decir tiene cuando tu “puesto de trabajo” es, precisamente, Internet.

¿QUÉ DEBO HACER SI ME ENCUENTRO EN UNA SITUACIÓN DE ACOSO LABORAL O MOBBING?

Desde EnMadrid Psicologos podemos ayudarte a definir si realmente estás siendo víctima de acoso laboral y orientarte acerca de los pasos que seguir para resolver la situación.

En España no existe aún legislación específica para el acoso laboral, aunque sí que tiene una repercusión legal. Por eso, es importante que te asesores bien de todos los pasos administrativos previos al litigio. Además, conocer el procedimiento ayudará a reducir el impacto psicológico del mismo.

Te será útil consultar con un Psicólogo Forense que pueda hacer una valoración pericial que acredite la repercusión ocasionada por la situación de acoso sufrida. Cuando alguien opta por la vía del acoso para obligarte a abandonar tu puesto de trabajo, no cuentes con que vaya a reconocerse generador de una sintomatología que, posiblemente, te haga creer que te es propia.