LA VUELTA AL COLE

LA VUELTA AL COLE

Comienza el mes de septiembre. Mes en el que nos empezamos a despedir de las vacaciones de verano, vamos haciendo ligeros cambios de armario y nos preparamos para un clásico: la vuelta al cole.

Con el comienzo del curso escolar, nos incorporamos de nuevo a una rutina que, para muchas familias, puede suponer un verdadero estrés. A la magia del olor de los libros nuevos, la elección de la nueva agenda 2022-2023, la compra de nuevos cuadernos, bolígrafos y pinturas y la ilusión de reencontrarse con los amiguito/as, se unen los no tan gustosos cambios de horario, sueño, alimentación, ocio…Cambios que requieren de un proceso de adaptación, tanto para niños/as, como para adultos.

¿CÓMO AFRONTAR LOS CAMBIOS Y LA VUELTA AL COLE CON ÉXITO?

Adelanta los horarios.
La estructura en los horarios será fundamental para facilitar el proceso de adaptación posterior. Por ello, es recomendable ir adelantando progresivamente la hora a la que tus hijos/as se acuestan y se levantan. De esta forma, hará que, en el madrugón de la primera semana de cole, tu hijo/a esté más adaptado al horario y vaya con más energías.
Vuelve a establecer unas rutinas.
Reúnete con tus hijos/as y háblales de las nuevas rutinas que vais a incorporar a partir de ahora. Consigue cartulinas, folios de colores, pinturas, pegatinas y todo el material atractivo que se te ocurra y elaborad juntos un calendario semanal que permita a tus hijos/as organizarse y gestionar mejor sus tiempos.
Contágiale la ilusión por volver al cole.
Recuérdale todas las cosas positivas que implica la vuelta al cole: el reencuentro con sus amigos y profesores, los nuevos aprendizajes, los recreos con sus amigos/as, las excursiones, su asignatura favorita… Y si lo acompañas de ejemplos en positivo de algún curso anterior… ¡mejor que mejor!
Actúa de modelo como quieras que ellos actúen.
Si quieres que tus hijo/as afronten los cambios con ilusión, el/la primero/a que debe estar motivado/a y actuar en consonancia, eres tú como padre o madre. No esperes que tus hijo/as haga las cosas porque sí, enséñales o recuérdales como deben hacerlo y no solo eso… ¡hazlo tú con ellos/as! Preparad la mochila juntos, elegir la ropa que os vais a poner al día siguiente, echar a piedra, papel o tijera quién se va a dar una ducha primero, poneros el pijama, cenar juntos y después de recoger…a descansar. No olvides que eres su referente 24/7.
Ayúdale a abrazar a sus miedos.
La separación de los padres, la dificultad del nuevo curso, los compañeros, la incertidumbre…son algunas de las razones por las que pueden aflorar algunos miedos en nuestros hijos/as. Por esta razón, habla con tus hijos/as de sus inseguridades y recuérdales todas las cualidades y capacidades que tienen para afrontar el nuevo curso con éxito. Muestra confianza plena en sus capacidades de afrontamiento ante las dificultades. No te olvides de que “detrás de cada niño que cree en sí mismo, hay unos padres que creyeron en él primero”.

¿Y SI, AUN ASÍ, MI HIJO/A SIGUE MOSTRANDO RECHAZO A IR AL COLEGIO?

Lo primero de todo, calma. Como hemos comentado al principio del artículo, con el comienzo del curso escolar tus hijos/as se están enfrentando a una serie de cambios que requieren de un proceso de adaptación. En este proceso, cada niño/a tiene sus propios ritmos, por lo que al igual que habrá algunos niños y niñas que el primer día de cole se queden tan contentos, habrá otros/as que estén durante semanas mostrando rechazo a ir al cole. Y aunque esto para los padres y madres puede resultar muy desagradable, es importante saber que, a priori, no resulta un problema significativo. Como adultos, en esta segunda situación debemos:

  • Atender, entender y validar sus preocupaciones, miedos e inseguridades por el comienzo del curso.
  • Ayudarles a regular las emociones desagradables y guiarles en la conexión con otros estados emocionales.
  • Aprender a respetar sus propios ritmos, dándoles el tiempo que necesiten.
  • Reforzar cualquier mínima aproximación al cole (conversaciones sobre el cole, los profesores, tareas, preparación de material o ropa, …).
  • Generar en ellos la confianza suficiente para conversar sobre sus sentimientos e incluir en su vocabulario el “Y”. Por ejemplo, tengo miedo a separarme de papa y mamá “Y” voy a ir al cole porque soy muy valiente.

Si pasadas unas semanas, se observa que el malestar no disminuye, se intensifica o incluso que aparecen algunos comportamientos inapropiados y/o no habituales como cambios de humor repentinos, apatía, comportamientos disruptivos, somatizaciones…te recomendamos que acudas a un profesional de referencia y os recordamos que desde el equipo de En Madrid Psicólogos siempre podremos ayudarte.

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