Comunicación asertiva – Qué es, definición y concepto

Comunicación asertiva – Qué es, definición y concepto

Si ponemos atención, en la gran mayoría de los conflictos interpersonales encontramos que un gran porcentaje tiene que ver con el componente esencial que es la comunicación.

A menudo, tratar de solventar un conflicto sin tener en cuenta nuestra manera de comunicarnos, puede ser algo así como nadar a contracorriente…

Como bien sabemos, la comunicación juega un papel esencial en nuestras relaciones, entendiendo por comunicación el acto de intercambiar información entre dos o más personas con la finalidad de transmitir/recibir una idea.

Pese a que parece tarea simple, muchas veces una buena comunicación es algo mucho más complejo de lo que parece pues, tanto la transmisión como la interpretación del mensaje pueden verse distorsionadas o no ser del todo funcionales.

Por ello, en este artículo haremos especial hincapié en la comunicación asertiva como líder en cuanto a comunicación relacional.

Para ello, es importante observar de antemano cuál es el tipo de comunicación que frecuentamos así como los beneficios y desventajas del mismo.

ESTILOS DE COMUNICACIÓN. COMUNICACIÓN PASIVA O EVITATIVA

El estilo de comunicación pasivo/evitativo suele ser una respuesta frecuentada por personas que, en general, tienden a comportarse de una manera pasiva.
Tienen gran dificultad para expresar sus sentimientos, necesidades, pensamientos u opiniones, generalmente porque tienden a ser inhibidos por miedos, creencias o inseguridades. El no expresar sentimientos o necesidades es debido a que a menudo también tienen dificultades para conectar emocionalmente con ellos. Evitar emociones o necesidades no exime de las mismas sino que aparecen de forma más disfuncional.

Como consecuencia en la comunicación, evitan dar su opinión o posicionarse y necesitan a menudo de terceras personas para tomar decisiones importantes. Además, actúan con aparente indiferencia, cediendo al criterio y realidad ajenos, sin dar mensajes precisos y explícitos y con dificultad para poner límites o decir “no”. Su lenguaje no verbal manifiesta

inseguridad, inhibición, indiferencia, tristeza… con una mirada evitativa (no hay apenas contacto visual), un tono de voz generalmente bajo y una postura de protección como espalda encorvada u hombros caídos.

Todo ello supone una serie de desventajas en la persona que frecuenta este estilo de comunicación…¿cuáles son?

Comúnmente en personas con esta dificultad encontramos sentimientos de frustración o ansiedad a la hora de comunicarse y pueden manifestarse dolidas en algunas relaciones interpersonales derivado de conductas evitativas.
La frustración puede ser compartida también por el receptor del mensaje, ya que el interlocutor desde su miedo/ inseguridad no es capaz de expresar el mensaje como quisiera y, por tanto, la interacción a menudo gira en torno a las necesidades, en este caso, del receptor que es quien suele llevar las riendas de la conversación.

COMUNICACIÓN AGRESIVA

Como su propio nombre indica, el estilo de comunicación agresivo se caracteriza por cómo impacta en el receptor del mensaje, quien suele hacer una lectura hostil o desafiante del emisor y su mensaje.
La persona con este estilo de comunicación tiene aparentemente el único propósito de hacer entender cuál es su pensamiento y, por ende, la amabilidad, el turno de palabra y la escucha activa suelen quedar en un segundo plano.

No suele haber espacio para la comunicación como tal, no hay negociación ni intercambio de ideas u opiniones, el emisor siente la necesidad de expresar/imponer su criterio y es tan elevada esta necesidad de hacerse entender que no tiene en cuenta el punto de vista de la otra persona, la cual queda “silenciada”.

A menudo, aunque la comunicación no contenga aspectos hirientes para con el receptor del mensaje, la dinámica tiende a ser tan inapropiada o disfuncional que el receptor puede, con facilidad, sentirse atacado o amenazado.

Su lenguaje no verbal, suele expresar rudeza o enfado ya que la persona puede manifestarse tensa o agitada, con un tono de voz directo y elevado y una mirada directa desafiante

Se trata de un estilo de comunicación disfuncional ya que lejos de que el propósito para la persona sea la falta de empatía, generalmente tiene un efecto contrario en la otra persona, lo cual necesariamente pueda llevar a desgastar la relación.
Además, es tan elevada la necesidad de hacerse entender y que su opinión sea válida que, al ser los medios tan inapropiados generan el efecto contrario. El receptor del mensaje puede sentirse humillado o invalidado, por ello, son frecuentes los conflictos interpersonales en personas con este estilo de comunicación pues, además, el receptor al sentirse amenazado puede comenzar una escalada y mimetizarse con el estilo de comunicación del emisor o bien evitar futuras interacciones.

Más allá de las repercusiones sociales, estas personas suelen sentirse frustradas, desbordadas o enfadadas, ya sea con el otro o, incluso con uno mismo.

COMUNICACIÓN ASERTIVA.

La comunicación asertiva es aquella que permite transmitir un sentimiento, pensamiento u opinión desde la honestidad, es decir, desde la realidad tal y como la siente la persona emisora del mensaje. Por tanto, el objetivo que persigue es el de hacer conocer al receptor cómo me siento, pienso u opino y qué necesito.

Más allá, la finalidad que persigue es la interacción. En primer lugar, expresar como me siento o qué pienso de un hecho con verbalizaciones claras y explícitas pero cálidas y comprensivas atendiendo y validando a la vez la opinión y la realidad de la persona que me está escuchando.

ANTE UNA MISMA VIVENCIA O SITUACIÓN , LA REALIDAD DE CADA PERSONA PUEDE SER COMPLETAMENTE DIFERENTE. AMBAS SON VÁLIDAS SI HABLAN DE CÓMO ME HE SENTIDO.

Por tanto, en todo momento la comunicación asertiva va de la mano de una actitud de respeto, amabilidad y serenidad a la hora de transmitir el mensaje en cuestión. Además, respeta los turnos de atención y escucha activa hacia la otra persona y tiene un componente emocional tanto en la persona que expresa su mensaje como en la persona que recibe el mismo.

Poner en práctica la asertividad facilita la comunicación entre las personas y su eficacia, proporcionando además un efecto regulador.

El lenguaje no verbal en la comunicación asertiva es amable, sereno, y de apertura, invita a la interacción y, por tanto, pese a que el tono de voz pueda resultar firme y conciso, genera en el interlocutor un efecto similar.

En las relaciones interpersonales, el estilo de comunicación asertivo es indudablemente el que mejores beneficios trae tanto a nivel personal como relacional, pues facilita la expresión emocional, la interacción y la validación desde una posición serena y completamente empática y simétrica. Especialmente en conflictos permite sentirnos más calmados y con infinito más control de la situación.

A LA PRÁCTICA…

●  Define qué es aquello que te gustaría transmitir, pon el foco en cómo te sientes y en cómo te gustaría expresarlo.

●  Define qué piensas al respecto y cuál es el propósito de comunicarlo.

●  Analiza e identifica el momento y lugar idóneos en los que tener esa conversación.

●  Pon atención y cuidado en la comunicación no verbal. Trata de mantener contacto

visual con la otra persona, una postura corporal que invite a la apertura y que manifieste receptividad, regula el tono de voz así como los gestos y expresiones faciales. La comunicación no verbal es igualmente un componente esencial en la comunicación asertiva. Todo ello facilita la cercanía, interés, convicción y, en definitiva, el impacto emocional que tendrá en el otro.

●  Escucha activamente a la otra persona, busca en todo momento la interacción.

“Ante un hecho… (x)… me siento…/pienso…/necesito…” “Ante un hecho… (x)… qué piensas…/opinas…/ sientes…”

Por supuesto, este estilo de comunicación requiere un aprendizaje, es importante observarnos y hacer un repaso de cómo ha sido la comunicación con el otro así como identificar posibles aspectos a mejorar.

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